El intrépido y carismático Errol Flynn, australiano, nacido en 1909, se convirtió en una superestrella de Hollywood. En la pantalla era el adorable rebelde y aventurero, el héroe romántico e idealista que salvaba a bellas damas en peligro. Pero fuera de la pantalla llevó una vida de película. Fue la oveja negra que se encaraba con la hipocresía de Hollywood: bebía, peleaba, actuaba, viajaba, navegaba, y su vida amorosa y sexual fueron sonadas.
Un niño inquieto y un joven indomable
Desde niño tuvo una personalidad indomable. Con genes británicos e irlandeses. Fue expulsado de varios colegios, pero tuvo una buena educación, en Australia y Londres. Su padre era un renombrado biólogo y profesor en la Universidad de Tasmania. En esos años, Flynn destacaba en deportes, y participó en los Juegos Olímpicos de 1928, en boxeo.
Abandonó los estudios a los 17 años para viajar, y para mantenerse trabajó de marinero, pescador, friegaplatos, castrador de ovejas o periodista. Corrió grandes riesgos. Contrajo enfermedades como la malaria y la tuberculosis, que padeció durante toda su vida, auto medicándose. Acabó con grandes deudas como buscador de oro o con el cultivo de tabaco en Nueva Guinea.
Tras un pequeño papel en una película, hacia 1932 decidió hacerse actor. Regresó a Inglaterra, e hizo de extra, aprendiendo interpretación en el teatro. Pronto lo fichó un cazatalentos de la Warner Bross. Dos años más tarde, muy atractivo y con una personalidad histriónica, ya era una gran estrella mundial.
“El Capitan Blood” (1935) con Olivia de Havilland, fue su primer papel protagonista y gran éxito. Coincidieron en 12 películas más, con evidente química, y todas fueron grandes éxitos. Actuó junto a otras renombradas actrices, como Bette Davis, Maureen O’Hara, Ava Gardner o Ann Sheridan.
Rodó más de 50 películas
Errol Flynn Siempre será recordado por sus papeles de héroe, aventurero o espadachín, interpretaciones que sentaron las bases de todos los héroes de acción que le siguieron. Y actuó con acierto en comedias, melodramas o westerns. Inolvidables sus papeles más conocidos en “Robin de los Bosques”,1938, “El Halcón del mar”,1940, o “Murieron con las botas puestas”,1941.
En 1940 Warner Bross duplicaba los beneficios invertidos en todas las películas en las que actuaba él. El público lo adoraba, posiblemente, porque sabía que “El diablo de Tasmania” o “El Ángel de Satán”, sus apodos favoritos, eran él mismo, el héroe lleno de vitalidad y descaro.
Fue un icono de moda. Vestía con estilo, consciente de mantener una imagen elegante y aventurera. Su carisma y presencia hizo que todos los hombres de los años 40 y 50 quisieran ser como él… y que todas las mujeres quisieran estar con él. Casi siempre llevó bigote. En sus películas, vestido con mallas, de pirata, soldado, caballero o cowboy, siempre lució genial.
En 1942 fue naturalizado americano y quiso alistarse en la guerra mundial, pero fue rechazado por su mal estado físico, malaria recurrente y un soplo en el corazón. Sufrió una terrible decepción. También fue denunciado por violación por dos jovencitas. Ganó los juicios, pero los escándalos dañaron su imagen. Sus problemas económicos fueron recurrentes. Ganó mucho dinero pero lo gastaba rápidamente. Encasillado en los papeles de héroe que generaban enormes beneficios, a él le frustraba no poder hacer otras cosas. Varias veces pidió a la Warner hacer otro tipo de películas.
Vida personal muy compleja
La vida personal de Errol Flynn fue tan compleja como él. Numerosos escándalos, pleitos, denuncias, juergas, deudas y excesos con las drogas, sexo o el alcohol. Filmaba siempre sus escenas de acción y le encantaba probar los límites con cierta adicción al peligro. Se casó tres veces. La primera con Lili Damita con quien tuvo a su hijo Sean Flynn, reportero y fotoperiodista. La conoció en el barco que les llevaba a Estados Unidos. El divorcio le arruinó y tuvo que irse a vivir a su yate “Zaca”. Le encantaba navegar. Su segunda mujer fue Nora Eddington, tuvieron dos hijos. Su tercera mujer fue Patrice Wymore, también actriz, con quien tuvo a otra hija. Se le relacionó con numerosas jovencitas. Se hizo una vasectomía en 1955.
Escribía con agilidad. En 1936 publicó su primera novela. Aprovechó sus viajes para trabajar ocasionalmente de corresponsal. Cubrió la guerra civil española, apoyando al bando republicano. También escribió guiones de cine, y novelas cortas tipo western. Le interesaba la política. Rodó el documental: “The Truth about Fidel Castro Revolution”. Dejó escritas sus experiencias y una autobiografía, más o menos novelada, en su habitual tono sincero, irónico y excesivo.
Murió en Vancouver, Canadá, en 1959. El certificado de defunción indicó un infarto de miocardio y trombosis coronaria. Tenía solamente 50 años pero el forense se sorprendió de su deterioro físico. Dejó opiniones memorables: “Hice lo que quise y lo pasé muy bien”.”Mi trabajo es desafiar lo normal”. “Por instinto soy un aventurero, por elección me gustaría ser escritor, por pura suerte, soy actor”,
A la muerte de Errol Flynn corrieron habladurías y críticas, insinuaciones de homosexualidad, esquizofrenia, simpatías por los nazis,… En parte propiciadas por sus numerosos escándalos o por envidias y por sus enfrentamientos y desplantes al sistema. Desaparecía un gran juerguista, que vivió siempre hasta el límite, pero nos queda el recuerdo de un actor carismático, con interpretaciones inolvidables. Vivió la vida como si fuera una alegre aventura, el gran dandi seductor de la época dorada, protagonista indiscutible del cine de aventuras.
Me encanta! Era un actor fantástico! Y un hombre muy elegante….
Gracias Rosa! Celebro que te haya gustado.