Fred Astaire

Fred Astaire, el talento y la perfección

Recordamos hoy a otro gran actor, elegante, original y talentoso. Fred Astaire, nacido en 1899, fue un gran bailarín, cantante, coreógrafo, actor y presentador de televisión. Recibió numerosos premios y honores y se le considera uno de los mejores bailarines y coreógrafos de su siglo, y de los más influyentes actores y bailarines de la historia del cine.

Sus padres, humildes emigrantes, se conocieron y casaron en Omaha, Nebraska y tuvieron dos hijos, Adele y Fred. Frederic Austerlitz, Fritz, era un fabricante de cerveza de origen austriaco. Su madre, Johanna, de origen alemán, detectó el talento de los hermanos para el canto y la danza, y los inscribió en la escuela de baile local.

Primeros años: Pareja de baile infantil con su hermana

Pronto, Johanna y los niños se mudaron a Nueva York donde estos recibieron clases de baile, piano y canto, y empezaron una carrera como pareja de baile infantil. Fred tenía 5 años. Pronto destacaron en el vodevil estadounidense, un género de teatro de variedades en el que los niños actuaban, cantaban y bailaban. Su madre cambió su apellido por Astaire y era su manager, les educaba en casa y diseñaba su ropa.

Los hermanos Astaire fueron pareja de baile durante 27 años. Sólo interrumpieron su carrera unos dos años, porque en la adolescencia, Adele era demasiado alta para bailar con su hermano pequeño. Durante la recesión pasaron unos años difíciles, pero fueron mejorando y siendo conocidos. Adele era divertida, impuntual y extrovertida. Fred era perfeccionista y tímido, intervenía en las coreografías. Su hermana le puso el mote de “Moaning Minnie” por su tendencia a preocuparse por cualquier detalle que pudiera fallar.

Por fin, desarrollaron una carrera de éxito en los escenarios de Broadway y luego en el West End, en Londres, alcanzando enorme popularidad. Actuaron a menudo para el Rey la nobleza y se relacionaron con numerosas celebridades de su época. Como pareja de baile hicieron historia, y son recordados especialmente por dos obras de teatro: Lady be Good  y por Funny Face. En 1932, Adele se retiró en pleno éxito para casarse con un miembro de la aristocracia inglesa.

Cambio de rumbo: del teatro musical al cine de Hollywood

Sin su hermana, Fred Astaire encaminó su carrera hacia Hollywood, para convertirse en la estrella indiscutible del cine musical. Sin embargo, en su primera audición, el evaluador anotó: “No sabe actuar. No sabe cantar. Un poco calvo. Sabe bailar un poco”. Pronto encontró a su siguiente pareja de baile: Ginger Rogers. Fueron un éxito apabullante. Durante 10 años, hicieron varias comedias, con divertidos diálogos y sofisticados y maravillosos números de baile para la RKO. Sus pasos se convertían en modas de baile popular.

Pasó a trabajar con la Metro Goldwyn Meyer con diferentes parejas; Eleanor Powell, Joan Leslie, Judy Garland, Cyd Charisse, Audrey Hepburn… Nos quedan magníficos números de baile, tramas entretenidas, y Fred siguió desarrollando su talento, adaptándose a la nuevas modas.

Fred Astaire era un bailarín virtuoso, capaz de transmitir emociones, increíble control técnico, sentido del ritmo. Capaz de reproducir una rutina de baile varias semanas después con exactitud para repetir una toma. En la década de 1940, sus piernas estuvieron aseguradas en un millón de dólares. Pensó en retirarse, porque se hacía mayor y sus parejas eran más jóvenes. El New York Paramount Theatre consiguió rápidamente 10.000 firmas para pedirle que regresara. En 1949 volvió a bailar con Rogers, en su último musical juntos, The Barkleys of Broadway.

Fred Astaire, perfeccionista, elegante y polifacético

Era un perfeccionista, incansable profesional y sin embargo, modesto y considerado hacia los otros intérpretes y equipos que trabajaron con él. Aunque insistía en repetir ensayos y tomas hasta conseguir el numero perfecto. Su meta era conseguir que en la pantalla todo fluyera fácil, y pareciera sencillo, aunque implicaba cientos de horas de trabajo y esfuerzo. Aprendió todo tipo de bailes, claqué, clásico… y coreografió todas sus rutinas consiguiendo alguno de los números más famosos de la historia del cine y el baile. Además, también sabia cantar y supervisaba los libretos y los diálogos de sus interpretaciones.

En 1933 contrajo matrimonio con Phyllis Livingstone Potter. Compraron un rancho en Chatsworth, el Blue Valley Ranch, donde descansaba y criaba caballos. Fue uno de sus hobbies. Era aficionado a las carreras y alguno de sus caballos llegó a ganar competiciones. También tocaba la batería y jugaba al golf. Apoyaba discretamente al partido Republicano. Tuvo dos hijos, Fred Jr (1936) y Ava (1942). Con ese nombre creó una empresa, Ava Records.

Tras fallecer su primera mujer, Fred Astaire se volvió a casar con la joven Robyn Smith, que competía como jockey. Tuvo amistad con Randoph Scott, Clark Gable y Gregory Peck. Le preocupaban su altura y su pelo. Se peinaba con tupé y usaba sombreros, y llevaba zapatos con dos centímetros de tacón para parecer más alto, y ropa a medida. Siempre elegante, dentro y fuera del escenario, se le recuerda vistiendo sombrero de copa y frac.

A partir de 1955, hizo más teatro, y en el cine incluyó papeles dramáticos, con muy buenas críticas. En 1971 se retiró, aunque aparecía esporádicamente en televisión. Uno de los actores más brillantes de Hollywood. Falleció en Los Angeles, California, en 1987.

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