tyrone power

Tyrone Power, el ídolo de las matinés de cine

Tyrone Power nació en Estados Unidos, en 1914. Tras acabar sus estudios, el joven Ty intentó iniciarse en el cine, aunque coincidió con la muerte de su padre, conocido actor del mismo nombre. Trabajó de chófer mientras participaba en pequeñas obras y, finalmente, al no tener éxito, se desplazó a Nueva York para adquirir experiencia en el teatro en Broadway.

El nacimiento de una estrella

Años después la 20th Century Fox le da su primera oportunidad. La compañía necesitaba su enorme atractivo y su carisma, ya que deseaba competir con la Metro, que tenía a Clark Gable y a Robert Taylor, y con la Paramount, que contaba con Gary Cooper y Cary Grant. Los pequeños papeles secundarios sirvieron para que el público admirara su belleza, su penetrante mirada y cayera rendido a sus pies. Lloyd’s of London, su primer papel protagonista, le convirtió en una estrella.
Actuó en todo tipo de roles, generalmente como galán y adorable amante de actrices espectaculares, como Rita Hayworth, Linda Darnell, Mauren O’Hara, Gene Tierney, Joan Fontaine, Gina Lollobrigida… Algunos de los dramas históricos lo afianzaron como uno de los actores más taquilleros. También hizo comedias, musicales, westerns… Participó en numerosas películas de “capa y espada” y fue un magnífico espadachín.

Su papel en la película Johny Apollo (1940) le proporcionó el apodo con el que se le conoció en Hollywood a partir de entonces, el “chico apolíneo”; pero también se ganó el reconocimiento profesional por su talento interpretando personajes diferentes. Sus compañeros de reparto valoraban su profesionalidad y sentido del humor. Hacía bromas durante los rodajes, fue siempre cordial y cercano. Le gustaba practicar tenis y otros deportes, conducir motos y volar. Memorizaba rápidamente sus textos y era un gran lector.
Se le recuerda especialmente por la película La marca del Zorro (1940), donde muestra su talento para el drama, la comedia y para la espada. Participó en 48 películas, sin contar la última inconclusa, además de anuncios y documentales.

Tyrone Power, instinto de superación

En 1939 comienza la Segunda Guerra Mundial y Tyrone Power se alista en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos. La Fox consigue atrasar su incorporación a filas, mientras sigue rodando películas, hasta que el actor consigue empezar instrucción. Además de ser popular entre sus compañeros y rodar varios filmes patrióticos, también se le valoró por su valiente actitud durante la guerra. Realizó numerosas misiones como piloto en el Pacífico, llevando provisiones o ayudando en la evacuación de heridos. Llegó al rango de teniente.

Tras la guerra, sus siguientes películas fueron más maduras y en 1947 consiguió rodar el drama Nightmare Alley (El callejón de las almas perdidas). El estudio no quería ver al guapo y encantador actor interpretando un papel tan desagradable. El protagonista es un estafador que acaba sus días fracasado y alcoholizado. La película fue inusual en muchos aspectos, consiguió protagonistas famosos y presupuesto, pero no fue un éxito, en parte debido al contenido escandaloso. Sin embargo, el tiempo la ha situado como un clásico con muy buenas interpretaciones. El cine evolucionaba, se comenzaba a rodar en tecnicolor.

Los matrimonios de Tyrone Power

Como otros actores encantadores y atractivos, tuvo una entretenida vida amorosa. En contra de la opinión de Darryl F. Zanuk, el director de la Fox, se casó muy joven, en 1938, con la actriz Annabella, con la que compartió varios años. Sus carreras les separaron, pero mantuvieron buena relación toda su vida. Luego contrajo matrimonio con la guapísima Linda Christian. Fue en Roma en 1949 y se consideró la boda del año. Los diseñadores italianos de sus atuendos triunfaron en la moda. Tuvieron dos hijas, Romina y Taryn. Tras el divorcio pactaron una custodia compartida; las niñas pasaban dos meses al año con él quien les escribía largas cartas a menudo. En 1958 conoce y se casa con Debbie Anne Minardos, que se queda enseguida embarazada. Su hijo Tyrone William Power nacería tras la muerte del actor. Además, tuvo otras relaciones comprobadas con Judy Garland, Lana Turner y Sonja Henie.

Tyrone Power quería seguir su carrera como actor, no solo como galán, y a partir de 1950 filtró un poco sus películas para poder seguir actuando en obras de teatro. Llegó incluso a actuar en el West End Londinense con muy buenas críticas. Falleció a los 44 años, en 1958, mientras estaba rodando en Madrid. Fue un fulminante ataque al corazón, igual que su padre. Fue enterrado con honores militares. Posiblemente, si hubiera superado el infarto, habríamos disfrutado de nuevos papeles más solemnes y comprometidos. Perdimos un actor elegante, enamorado del teatro, culto y muy buen profesional.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

error: Content is protected !!